Para relajarte después de deportes violentos o cuando tengas agujetas, dolores musculares o reumáticos, usa sales con aceite esencial de pino (estimulante bronquial y excelente relajante corporal).
Cuando lo que tienes es falta de vitalidad, astenia o decaimiento, puedes optar por el aceite de menta, que es tonificante y ayuda a reactivar el metabolismo.
En el caso de que padezcas algún proceso catarral o estés congestionado el aceite esencial de eucalipto es lo mejor, ya que ejerce una acción euforizante y relajante de las vías respiratorias.
Si tienes dolorido el cuerpo o algún rasguño en la piel, decídete por el de romero ya que es tonificante de la dermis, cicatrizante y antiinflamatorio.
Y cuando lo que quieres es relajarte antes de un evento o cita especial, emplea sales con aceite esencial de lavanda, conocido por su efecto sensual, antiespasmódico y regenerador de las células epiteliales.
Un buen baño después de un día duro de trabajo o antes de una cita especial es uno de los mejores y más saludables placeres.
Puedes optar por la utilización de geles espumosos para relajarte en la bañera de casa o bien dejar que las burbujas cosquilleantes de un jacuzzi consigan eliminar el agotamiento de la jornada.
En cualquier caso, el uso de las sales de baño con aceites esenciales es indispensable para conseguir un mayor efecto, sea el que sea que quieras obtener (relajar, tonificar, descongestionar...). En función de los aceites que escojas lograrás un beneficio u otro. Recuerda que no debes prolongar elbaño más de 10 minutos.